Justicia

Analiza

Preguntas para la reflexión personal o conversación grupal:

1. Lee Levítico 19:33-34, Éxodo 23:9 y Proverbios 31:8-9. ¿Quiénes eran los más vulnerables y maltratados en la sociedad de Israel? ¿Qué es lo que Dios ordena que haga Israel por los vulnerables y por qué?
2. ¿Cómo crees que el papel de los humanos como portadores de la imagen de Dios (por ejemplo, en Génesis 1:26-27) le da fundamento a lo que la Biblia dice que es correcto y justo?
3. Lee Santiago 1:19-27 en voz alta. Da un ejemplo de cómo tanto las personas poderosas como las más vulnerables podrían usar la ira para alcanzar la justicia y la rectitud.
4. ¿Qué dice Santiago sobre la ira de la humanidad (Santiago 1:19) y qué nos insta a hacer en lugar de eso (Santiago 1:19, 1:21-22 y 1:27)?
5. Tómense un tiempo para hablar sobre otros temas, preguntas o conclusiones clave de lo que aprendieron juntos.

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¿Qué es la justicia bíblica?

Una de las características fundamentales que diferencian a los seres humanos de otras criaturas es nuestra necesidad de justicia. ¿Por qué los animales matan a los de su propia especie o abandonan a sus hijos y eso se considera natural? ¿Por qué los humanos tienen un estándar moral mucho más alto? La Biblia tiene una opinión interesante sobre esta pregunta.

El tema de la justicia

Cuando el pueblo de Dios fue tratado injustamente, Dios intervino y les impartió justicia restauradora tal como les ordenó que se la impartieran a los demás. Por supuesto, la triste ironía es que los israelitas luego oprimirían a otros incluso después de haber sido oprimidos. Hoy, nosotros como humanos seguimos cometiendo injusticias, beneficiándonos de la opresión de quienes nos rodean y haciéndonos culpables ante los ojos de Dios.

Afortunadamente, Dios tenía una solución para la injusticia de la humanidad. Al enviar a Jesús para que asumiera el castigo por los pecados de los culpables, Dios hizo que todas las personas pudieran ser consideradas justas ante él. Habiendo recibido este don, ahora nuestra comisión es salir al mundo y dar este mismo regalo a los demás, mostrándoles la rectitud y la justicia que Dios nos ha mostrado.