¿Cómo hacemos para entender la santidad de Dios? ¿Y qué significa que los humanos participen de esta santidad?
Cuando nos referimos a la santidad de Dios, la definición tiene que ver con más que ser bueno y moralmente recto. La santidad de Dios es su característica definitoria. Es un término que se usa en la Biblia para describir tanto su bondad como su poder, para designar que él es único y todopoderoso. La santidad de Dios es tan abrumadora que en realidad puede ser peligroso acercársele.
Más adelante en la Biblia, leemos historias de la santidad de Dios expandiéndose desde el templo y purificando cosas que de otro modo serían impuras. Isaías tiene una visión en la que entra al templo impuro, pero es purificado por un carbón encendido, es decir, una encarnación física de la santidad de Dios. Ezequiel también tiene una visión en la que la santidad de Dios fluye desde el templo como un río, revitalizando y purificando toda la tierra que toca.
Todos estos ejemplos de la santidad de Dios que purifica las cosas impuras apuntan a Jesús, la santidad de Dios en carne humana. Jesús sana a los enfermos, levanta a los muertos y expulsa demonios. Todos estos actos son ejemplos de la santidad de Dios que purifica las cosas que toca.
A través de todos estos ejemplos, podemos armar una imagen convincente de la santidad de Dios. La santidad de Dios es una fuerza poderosa que debe tratarse con el máximo respeto. Al mismo tiempo, la santidad de Dios es un regalo que puede sanar un mundo fracturado e impuro. Como seguidores de Jesús, una parte de la santidad de Dios ahora reside en nosotros. Nuestra misión es salir y difundir la santidad de Dios por todo el mundo.