Habacuc ofrece esperanza reconociendo lo oscuro y caótico que es el mundo e invitándonos a confiar en que un día Dios eliminará el mal para siempre.
Esta es una pregunta fundamental con la que lucha el profeta Habacuc. Él clama a Dios pidiéndole que ponga fin a la maldad humana, pero se enoja cuando Dios no confronta a las naciones injustas de la manera en que Habacuc creía que debía hacerlo. Dios le recuerda que va a lidiar con el mal en todas las generaciones. Podemos seguir confiando en sus tiempos y en sus planes mientras seguimos siéndole fieles.
A diferencia de otros libros proféticos que ofrecen advertencias de juicio contra las naciones corruptas, el libro de Habacuc es una compilación de los lamentos del profeta. Habacuc cuestiona la bondad de Dios porque ve mucha injusticia, maldad y tragedia en el mundo. Observa cómo Habacuc presenta su preocupación, e incluso su enojo ante Dios, en su deseo de ver la restauración de Israel y la derrota de la maldad humana.