Gálatas enseña que los creyentes son justificados sólo a través de Jesús. Son parte de una familia diversa y están equipados por el Espíritu para amar a Dios y a todos los demás.
Cuando hayas visto el video, tómate un tiempo para reflexionar sobre estas preguntas.
La carta de Pablo confronta a los gálatas por confiar en las leyes de la Torá (especialmente en la circuncisión) como medio para asegurar su pertenencia a la familia de Dios. A esto lo llama un "evangelio diferente" porque, desde el principio, la verdadera buena noticia nunca consistió en ganarse la entrada en la familia de Dios. Para probarlo, Pablo se remite a Abraham como ejemplo principal y recuerda a los lectores que Abraham nunca se ganó su derecho a relacionarse con Dios. En cambio, él creía y confiaba en la promesa de Dios de que un día todas las naciones encontrarían la bendición de Dios a través de él y sus descendientes. El plan de Dios siempre ha sido tener una familia de personas que se relacionen con él sobre la base de la confianza, no de la Ley. La Ley, por buena que sea, no nos da el poder para cambiar; lo que no logra la ley, Jesús lo logra plenamente.
Por medio de Jesús, la simiente prometida de Abraham, la bendición de Dios, llega a todas las naciones. Su bendición libera su Espíritu para todos los que confían en Jesús y su Espíritu, e invita y empodera a toda la humanidad para que viva una nueva vida de amor en su familia. Los seguidores de Jesús están llamados a cultivar esa nueva vida, pero no se les exige que estén circuncidados ni que observen las costumbres judías. Pablo dice que lo que realmente importa es la nueva creación de Dios, la familia de personas que confían en Jesús y aprenden a amar a Dios y a los demás mediante el poder del Espíritu.
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La iglesia en Galacia estaba dividida por cuestiones de la observancia de la Torá. Muchos líderes estaban exigiendo que los cristianos no judíos vivieran según las leyes judías, pasando por alto el objetivo del mensaje del evangelio. Pablo les dice que Jesús cumplió la ley y reconcilió a todos los que creen en él, y que cuando las personas confían en que Jesús es el Mesías, su vida, muerte y resurrección se vuelven suyas. Son nuevas criaturas, libres de las leyes y del antiguo pacto.
El libro de Gálatas recuerda a los seguidores de Jesús que acepten el mensaje del Evangelio del Mesías crucificado que justifica a todas las personas por la fe y les da poder para que vivan como lo hizo Jesús.